Esclavos de nuestras creencias

Las creencias son conceptos e Ideas que organizan la percepción de partes del mundo o de su totalidad en el que vive la sociedad de referencia. Se puede considerar que una creencia es un paradigma que se sostiene de la fe, ya que no existe una prueba absoluta, fundamento racional o justificación empírica que lo compruebe. Las creencias pueden contener componentes míticos o religiosos, pero también existen creencias no míticas sino racionalizadas sin que por ello sean estas verdaderas.

Las creencias se forman a partir de ideas que confirmamos o creemos confirmar a través de nuestras experiencias. Existen dos tipos: Las creencias globales (la vida es bella, la vida es dura, la gente es amable) y las reglas que son pautas que rigen nuestro comportamiento (Yo creo que si tengo una casa grande los demás me van a considerar adinerado, si tengo mucho dinero soy poderoso y mejor…) Las primeras (las globales) nos ayudan, nos dan confianza y nos permiten afrontar situaciones difíciles pero las segundas (las reglas) nos limitan, restan energía e inhabilitan.

Nosotros somos esclavos de las creencias que nos limitan y crean un margen de lo que es perfecto y mejor o inclusive pueden crear totalmente lo contrario. Nuestras creencias al ser usualmente creadas en la infancia permanecen en nosotros al crecer, por ejemplo si de niño te hicieron creer que tú “no valías nada” y cuando te encuentras en una situación en la que te lo confirman entonces aceptas que eso es lo que eres, y optas a convertirte en un adulto inseguro. Pero es probable que sea mentira, pero como tú en el fondo lo crees eso lo convierte ya en tu realidad. Inconscientemente buscas situaciones que te confirmen esa creencia y te consideras incapaz de obtener éxitos en tu vida.

Los inquisidores son aquellas personas que persiguen a los que creen cosas diferentes. En temas de religión, muchos grupos han perseguido a otros grupos porque creen en un Dios diferente o que el mundo fue creado de esta manera y no de otra. Hay quienes no aceptan las creencias de otros porque son diferentes y los acosan porque desean que estos piensen igual que ellos. Por lo tanto algunas personas, por miedo a ser rechazadas, agredidas o asesinadas evitan pensar diferente y así se hacen esclavos de las creencias de los demás. Por ejemplo en la actualidad los integrantes de ISIS (Grupo Islámico) creen que solamente su religión es la verdadera y que todos los demás están equivocados y por lo tanto es legítimo matarlos en actos que son de terrorismo. Otro tema de actualidad es el que ha proclamado el actual presidente de Norte América, que consiste en creer que todos inmigrantes a los Estados Unidos son malos o maleantes (sobre todo latinos y mexicanos). Un último ejemplo es el de las creencias de algunos pueblos árabes, que consiste en creer que las mujeres son inferiores y que por lo tanto no deben aprender, no pueden ir a la universidad, no pueden salir solas y deben llevar el rostro tapado. Todos estos son ejemplos de formas de esclavitud (debido a las creencias) que limitan el acceso a la educación y evitan la liberación de la ignorancia.

Las creencias pertenecen al mundo sensible. Platón tiene una desconfianza del conocimiento que nos proporcionan los sentidos, el confía en la razón. Por lo tanto somos esclavos de un conocimiento no certero que adquirimos con los sentidos, pero al utilizar la razón para comprobar nuestras creencias las convertimos en hechos o definimos su falsedad.

El mundo de las ideas según Platón es un mundo perfecto pero las creencias que nos limitan y esclavizan son un reflejo imperfecto de esas ideas. Sus imperfecciones se deben a la influencia del entorno, de otras personas (algunas veces líderes) de las comunidades u observaciones del mundo real que generan conclusiones erróneas. Las personas que siguen reglas o creencias limitadas se asemejan a las que se encuentran en la caverna de Platón pues están limitadas por la oscuridad intelectual semejante a la oscuridad de la caverna y por lo tanto no piensan con claridad.

Al ser esclavos de nuestras creencias estas se convierten en una cierta “Cárcel” que puede lograr evitar que otras ideas entren en nuestras cabezas. Hay ocasiones en las que nos cerramos y decidimos defender nuestras creencias a toda costa, pues estas son las que nos hacen nosotros. Esto a la vez nos hace ignorantes porque al enfocarnos solo en nuestras creencias creamos nuestra propia realidad la cual nos separa de la verdad. Hay que dar paso a otras doctrinas y no debemos perseguir a otros por lo que deciden creer.

Alrededor de este tema surgen preguntas como las siguientes ¿Cómo llegamos a definir que esa creencia es un hecho? ¿Qué características tiene que tener esa idea para ser cierta? ¿Cómo nos beneficia tener varios caminos y varias creencias para elegir? ¿Cómo elegir entre varias creencias que se contraponen? ¿Todas las creencias nos vuelven esclavos? ¿Las creencias siempre impiden la liberación de la ignorancia?

Bibliografía:

• María Teresa Sierra, Sandra Morales, Esther Ahumada. (2015). Filosofía. En M. A. Sierra, Reflexión sobre el pensamiento y quehacer humano (pág. 159). México, D.F: Limusa.
• Gámez, E. G. (6 de 3 de 2013). Creencias falsas. Obtenido de Filosofía: http://filosofia.laguia2000.com/teoria-del-conocimiento/creencias-falsas

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